jueves, 10 de mayo de 2012

Mi nombre es Maria Celeste Montanari, hoy es un dia de sol.

En la mañana de hoy y dentro del Congreso, donde se sancionan las leyes, Maria Rachid y Marcela Romero de FALGBT y ATTA me entregaron el reconocimiento legal a mi identidad : mi DNI. Recibi en mis manos la llave que abre las puertas de los otros derechos. Este DNI es recordado como "el ultimo" otorgado tras apelacion judicial. Como dijo Maria Rachid hoy  " representa el fin de una etapa y el comienzo de otra llena de igualdad de oportunidades".

Anoche desde la plaza de la transformacion y la esperanza, la plaza frente al Congreso Nacional, espere junto a tantas y tantos otros/as compañeras que el Senado decidiera votar por la INCLUSION. Y asi fue, con 55 votos positivos hoy Argentina reivindica la libertad del derecho a ser uno mismo.

La plaza entera se fundió entre cantos y lágrimas en un abrazo eterno de una lucha ganada, una lucha que cada uno/a desde su vida, desde lo cotidiano,  ha hecho y hará valer.
Fueron días intensos, memorables y también históricos. Mi país ha saldado una de las tantas deudas con el colectivo trans. Pero sobre todo, este país deja claro que en suelo argentino uno será libre de vivir bajo el derecho del modo en que uno mejor siente sin importar el sexo que lleve bajo sus interiores.

La Ley de Identidad de genero es una ley ejemplar, que permitirá mejorar la calidad de vida de todas y todos los ciudadanos y facilitarà el justo uso de todos los demás derechos que corresponden: Salud, Educacion,Trabajo y Vivienda digna. Seguramente este cambio social serà cuestiones de debate donde mi mayor deseo es que impere la EMPATIA. Es bueno debatir, sin dañar, debatir es PENSAR y seria bueno que se piense y se debata para CONSTRUIR y no destruir.

En este camino de lucha, he conocido personas inolvidables que me llenaron de fuerza y garra para continuar y no flaquear, activistas de derechos humanos, abogados, afectos nuevos...y aquí estoy mas que realizada, llena de compromiso social, contenta escribiéndoles mientras miro mi tarjeta única de identidad que dice por fin el nombre que mis padres habían elegido antes que naciera.

Ninguna lucha por los derechos es en vano  ¿hubo que ponerle el cuerpo? Si! y el alma también. Los derechos están ahí, son para todas y todos, no deberían ser un sueño  a conquistar  pero lo hemos hecho y a partir de hoy nunca nadie mas se ira de suelo argentino sin ser reconocido por su propia, intransferible y única IDENTIDAD!

Los derechos se conquistan, se defienden y se DISFRUTAN! a disfrutarlos entonces.

Gracias a todos por su tiempo, su energía, y su cariño. Yo soy la persona que habita este cuerpo que me ha tocado y soy inmensamente feliz. Ha valido la pena cada segundo de mi lucha.

 Maria Celeste Montanari

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